Santa Clara tuvo un burrito popular y querido por los niños. Este pequeño y lanudo burrito fue presencia típica en nuestras calles a principios del siglo veinte, su nombre: Perico. Comenzó su trabajo tirando de un carretón que transportaba mercancías, más tarde recogiendo botellas que llevaba para el almacén de su dueño. 

Después de años de trabajo le dieron la libertad y retirado de su actividad siguió su andar cotidiano. Caminaba por las calles, llegaba a las casas donde había recibido el cariño de los niños. Asomado a la ventana lanzaba un fuerte rebuzno que anunciaba su presencia apareciendo una mano amiga para darle pan.

"La Fuente y el Niño de la Bota"

Hay un parque que prefiero

en mi ciudad Santa Clara

y aunque lejos me marchara,

yo siempre diré, lo quiero.

Tiene un niño majadero

que se ha quitado una bota,

agua de la fuente brota,

chorreando por el calzado

pero el niño malcriado,

parece que no lo nota.

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