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    ¿Cómo afecta la COVID-19 a nuestro cerebro?

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    No son todos, pero algunos positivos al SARS-CoV-2 en Cuba y el resto del mundo han declarado, durante y tras la infección, haber tenido síntomas como pérdida del olfato y el gusto, dolores de cabeza, alucinaciones, ansiedad, depresión y problemas para dormir.

    Para esto, los médicos creen que los vasos sanguíneos con fugas y la inflamación puedan ser la causa, sin embargo, aún resta por encontrar respuestas sobre cómo el virus puede ejercer problemas relacionados con el cerebro.

    Elyse Singer, neuróloga de la Universidad de California, en Los Ángeles, declaró que no tienen claro qué hace el virus con el cerebro. «Probablemente haya muchas respuestas», explicó. Sin embargo, enfatizó que tardarán años en desentrañar esto.

    Todavía no se tiene contabilizado un porciento significativo de los enfermos que sufren problemas psiquiátricos y neurológicos, tampoco se han logrado identificar los grupos de mayor riesgo, ni el tiempo que pueden perdurar estos síntomas.

    De acuerdo con la publicación Science News, fundada en 1921, y que pertenece a la organización sin fines de lucro Society for Science, actualmente los científicos están enfrascados en contabilizar y definir los problemas relacionados con el cerebro tras la COVID-19.

    La revista The Lancet Psychiatry, el 6 de abril, publicó que seis meses después de haberse contagiado con el SARS-CoV-2, uno de cada tres pacientes había sufrido trastornos mentales como ansiedad o depresión, y neurológicos como derrames o hemorragias cerebrales.

    No obstante, vale destacar el criterio de Jonathan Rogers, psiquiatra del University College London, quien opina que la depresión y ansiedad son comunes en la población, y que producto de la pandemia, incluso los no contagiados las están experimentando más.

    Por otro lado, el estudio reveló que uno de cada 50 enfermos con la COVID-19 sufrió accidentes cerebrovasculares, aunque la incidencia de esto fue mayor —uno de cada 11— en el caso de los pacientes con síntomas graves, delirios y otros estados mentales alterados.

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    Respecto a la pérdida del olfato, a inicios de la pandemia, los científicos pensaron que el SARS-CoV-2 podría atacar a las células nerviosas, pero las investigaciones arrojaron que muy pocos virus se han detectado en el cerebro.

    Avindra Nath, un neurólogo que estudia las infecciones del sistema nervioso central en los institutos nacionales de salud en Bethesda, Maryland, esperaba encontrar signos del nuevo coronavirus en el cerebro; sin embargo, no lo consiguió.

    Alarmantemente, con una resonancia de los vasos sanguíneos en cerebros post-mortem, el grupo de Nath logró ver pequeños coágulos asentados en esos vasos, estos con paredes inusualmente gruesas e inflamadas, y que la sangre se filtraba de los vasos al tejido cerebral circundante.

    «Esos resultados sugieren que los coágulos, los revestimientos inflamados y las fugas en las barreras que normalmente impiden que la sangre y otras sustancias nocivas entren en el cerebro, pueden contribuir al daño cerebral relacionado con la COVID-19», añadió Nath.

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    «Pero varias incógnitas impiden sacar conclusiones definitivas sobre cómo estos vasos sanguíneos dañados se relacionan con los síntomas o resultados de las personas. No se sabe si algunos, probablemente, murieron por causas distintas al COVID-19, y tampoco cómo los habría afectado el virus, si no hubieran muerto», destacó el neurólogo.

    Desde diferentes partes del mundo, incluida la comunidad médica y científica cubana, múltiples institutos de investigaciones y hospitales emprenden el análisis de este virus. Si bien se sigue trabajando sobre profundas lagunas, faltarán años para cerrar y demostrar teorías, y descubrir otras.

    La COVID-19 no deja de sorprender sobre todo el mal que arrastra tras su infección, de ahí la necesidad de que tanto niños, jóvenes, adultos y ancianos se cuiden, incluso estando vacunados, y así eviten una infección y futuras secuelas, algunas, quizás, todavía por ver.

    (Tomado de https://www.cubasi.cu)

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