Nació en Santa Clara el 15 de junio de 1822, hijo de Miguel Jerónimo Gutiérrez y María Nicolasa Hurtado de Mendoza. Estudió en el colegio de los Padres de "San Francisco de Asís" donde se destacó como alumno aventajado y con facilidades para las letras por lo que desde muy joven colaboraba con el periódico El Eco de Villaclara, desde los 22 años ya escribía versos de mucha calidad literaria, reconocido públicamente a través de la prensa de la época. Sus trabajos aparecieron en diferentes publicaciones como La Alborada (fundado en 1856), La Guirnalda Literaria (1856), El Central (1860), El Alba (1862), La Época, este último fundado por Eduardo Machado Gómez y que vio la luz hasta en que fue clausurado por las autoridades españolas por la posición reformista que manifestaba. Los estudios superiores los realizó en La Habana donde se licenció en Agrimensura. Su título aparece registrado en el acta capitular del Cabildo de Santa Clara, fechada 7 de agosto de 1848.[1]
Su biógrafo lo describe, según los que lo conocieron. “Era trigueño, de mediana estatura, delgado, de de facciones regulares, de ojos claros, que contrastaban con el color de su cara. Sus ojos dormidos anunciaban la ternura de su alma (…) era la modestia personificada.[2]
Contrajo matrimonio el 3 de junio de 1849 con la joven Ángela Quirós Blanco, hija del Licenciado en Farmacia don Manuel Fermín Quirós y doña Manuela Gervasia Blanco. El matrimonio residió en la calle Candelaria #22, donde nació la numerosa prole compuesta por nueve hijos: Daniel, Filomena, Manuel, Luis, Benjamín, Rafael, Teresa, Ángela y Juan Bautista Gutiérrez Quirós.
Esta familia poseía varias propiedades, además de la casa señalada como residencia, tenía otra en Colón # 15 e/ Candelaria y San Cristóbal (ahora señalizada con una tarja como la casa natal de Carmita Gutiérrez), dos potreros nombrados “Mingrelia” y Río Santo de Pérez, en el Partido de Báez y el ingenio La Margarita en el Partido de Maleza con una dotación de 16 chinos y 3 negros esclavos, en copropiedad con Francisco Martínez Pupo.
Gutiérrez se desempeñaba en su despacho como Agrimensor Público, cuya clientela era numerosa y de alto poder económico.
Además de su actividad intelectual como colaborador en la prensa local, era invitado con frecuencia a pronunciar discursos en diferentes actos de homenajes de recordación a personalidades como los ofrecidos a la memoria de los maestros Nicolasa Pedraza y Eligio Eulogio Capiró, de los cuales quedó constancia entre los documentos del patriota, a pesar de ser una persona callada, hablaba solamente cuando era necesario y lo hacía de forma pausada, según opiniones de aquellos que lo conocieron personalmente.
Otra de sus actividades socioculturales fueron las tertulias en su casa y en la farmacia "La Salud" de Juan Nicolás del Cristo. También ocupó la presidencia de la Directiva del Liceo. Como poeta dejó una producción bastante amplia de sus poesías.
Las reuniones y tertulias de la Farmacia la Salud devinieron organización de la Junta Revolucionaria como la única salida de los cubanos reformistas que fracasaron después de la Junta de Información. La organización independentista fue presidida por Miguel Jerónimo Gutiérrez quien en compañía de Antonio Lorda, Tranquilino Valdés, Juan Nicolás del Cristo, Eduardo Machado y otros organizó el alzamiento el que se efectuó en la finca El Cafetal de José González por los villareños el 7 de febrero de 1869..
Este alzamiento que se realizó en condiciones inapropiadas, debido a que un telegrafista amigo de Antonio Lorda le hizo saber que el mando militar de Santa Clara solicitó licencia al mando supremo en La Habana para hacer prisioneros a Miguel Jerónimo Gutiérrez, Machado y demás sospechosos, por lo que tuvieron que adelantar el alzamiento con las pocas armas que poseían las que llegaron a ser inferiores al número de hombres que se alzaron.
En los primeros combates predominó la valentía de los cubanos ante la superioridad en armas de los españoles. La situación se iba haciendo cada vez más difícil por la falta de recursos para continuar la lucha, lo que determinó que el alto mando en esta zona buscara una solución, debatiendo dos propuestas, una encabezada por Miguel Jerónimo Gutiérrez de trasladarse a Camagüey, pertrecharse de armas y regresar después al territorio villaclareño para continuar la lucha y otra la de Eduardo Machado de avanzar hacia Occidente. Predominó la idea de Miguel Jerónimo Gutiérrez, además debían asistir a la Asamblea de Guáimaro por lo que se dirigieron hacia esa zona, y en este territorio quedaron pequeñas partidas que mantuvieron enfrentamientos con las fuerzas españolas.
Fue designado presidente de la Junta de Gobierno y en la Constitución de Guáimaro lo designaron Vicepresidente de la Cámara de Representantes, cargo que desempeñó con mucho sentido del deber, patriotismo y responsabilidad
En 1871, pidió autorización a la Cámara para que se le permitiera marchar a Occidente para visitar los campamentos acompañado de su hijo Daniel (que estuvo a su lado desde comienzos de la guerra) y una pequeña escolta, lograron pasar la trocha de Júcaro a Morón que los españoles había establecido para evitar que pasara la guerra para el occidente. Pasar a Purgatorio en Monte Oscuro en Sancti Spíritus a poca distancia del lugar donde había caído Arcadio García. Se alojaron en la casa del Gobernador Miguel Cañizares. Lo acompañaba el Comandante Miguel Velasco, Jefe de la escolta que lo custodiaba. El 20 de abril a media noche la casa fue asaltada por una guerrilla enemiga, había sido traicionado por un cubano llamado Miguel Castellón, que mandaba el Comandante Velasco; hacen alto cerca de la guardia de Cañizares y la asaltaron a media noche, cuando los patriotas, vencidos por la fatiga, y confiados en lo retirado de la ranchería, dormían. En el ataque cayeron Miguel Jerónimo Gutiérrez, el Comandante Velasco y otros.
Una descarga cerrada envolvió todo el cuadro, y los patriotas, sorprendidos, se esforzaron por escapar, cayendo, la mayor parte de ellos, en la contienda. Fatalmente, mientras Daniel se escapaba, Miguel Jerónimo caía herido y era hecho prisionero. Exhausto de fuerzas, debilitado por la sangre que vertía de su herida, es colocado de bruces sobre un caballo, con su cuerpo atravesado sobre la bestia, con la cabeza colgando, aun con vida, emprendieron la marcha a través de estrechas veredas, a tal punto que su cabeza rebotaba de tronco en tronco de roca en roca, y por sus labios moribundos, por donde se le escapaba la vida, pedía que alguien terminara sus sufrimientos, poniendo fin a su existencia
Sobre la muerte de Gutiérrez dice Eduardo Machado en su Autobiografía p 32
“Miguel Jerónimo Gutiérrez también fue asesinado horriblemente por los españoles el 20 de Abril de 1871 en la casa de Miguel Cañizares, gobernador de Sancti Spíritus, montes del Purgatorio (SS), Juan Castellón fue quien los entregó, llevando la tropa que lo asesinó. Tres días después el Coronel Fernando López Queralta hizo matar a Castellón mientras se hallaba en casa de una Mariquita Pérez".
Según otro relato falleció “atravesado moribundo en una mula, su cabeza tambaleando despedazándose contra los árboles, la barba espesa y la cabellera enredada entre los bejucos del camino, la piel de su hermoso rostro desgarrada por las espinas de los zarzales: un disparo puso fin a su sufrimiento horrible” ( Los poetas de la guerra p. 54)
Parece que se le dio sepultura en el camino hacia Sancti Spíritus, obedeciendo órdenes del jefe militar del Departamento, brigadier Francisco de Acosta Albear, que estaba emparentado con la familia de Gutiérrez y quiso evitar que se exhibiera el cadáver en Sancti Spíritus. El lugar donde fue enterrado no ha podido nunca determinarse.
Tres días después, el coronel insurrecto Fernando López Queralta, capturó a Castellón, el traidor y le dio muerte.
En la sesión celebrada por la Cámara revolucionaria en Güira de Naranjo, el 9 de Marzo de 1871, diez y nueve días después de la muerte de Gutiérrez, se consignó en acta lo siguiente, que Eduardo Machado nos da a conocer textualmente en la página 24 de su autobiografía:
“El ciudadano Eduardo Machado pronunció un sentido discurso alusivo a la muerte del ciudadano Miguel Jerónimo Gutiérrez, Vicepresidente que fue de esta corporación, y después de mencionar su inmaculado patriotismo en todos tiempos, el abundante fruto de su propaganda republicana y los inmensos y perseverantes servicios que prestó a la causa de nuestra independencia, como Presidente de la Junta Revolucionaria de Villaclara, miembro de la Cámara consignase en el acta de su primera sesión después del fallecimiento de su digno vicepresidente el ciudadano Miguel J Gutiérrez, un tributo de eterno sentimiento y gratitud a la memoria de tan benemérito patricio. Esta proposición fue aceptada sin discusión y por unanimidad.”
Homenajes a su memoria
La idea de erigir un monumento a Miguel Jerónimo Gutiérrez estuvo presente desde las primeras décadas del siglo XX y quien mantuvo firme la propuesta fue el Concejal Enrique del Cañal, pero no fue hasta el 14 de octubre de 1915 que se aprobó por unanimidad en el Consejo Provincial. En este primer momento el Concejero Luis A. García logró un crédito de 2000 pesos. En un segundo momento logró que se aprobara otro estatuto fechado 7 de abril de 1917 con 1000 pesos más y por último el 26 de septiembre de 1918 solicitó otro crédito de 1800.
El 3 de septiembre de 1917, el Ayuntamiento de la ciudad acordó el emplazamiento del Monumento en la plaza de la iglesia la Pastora y formar una Comisión Gestora formada por dos Concejales y el Alcalde municipal y dos Consejeros y el Gobernador Provincial, estos señores que integraron la Comisión fueron: José Miguel Valido y Luis A. García (Consejeros), Doctores Arturo Ruiz Mesa y Antonio Ruiz Pegudo.
El 3 de octubre la Comisión celebró su primera sesión con la presencia de otros designados para ocupar los cargos competentes en el proceso para erigir el monumento al insigne patriota: Gerardo y Guillermo Rojas, Juan E. Valdés, Enrique Machado Ramos, Antonio Alemán y Florentino Martínez, los presidentes de las diferentes Asociaciones y los representantes de la prensa local.
El 5 de octubre hubo otra reunió para el mismo asunto en la Cámara Provincial con la asistencia de todos los implicados en la construcción del monumento y a lo que sumaron otros invitados para formar parte de las dos Comisiones que se formaron la de Hacienda y la de Propaganda. Para la primera se seleccionaron las siguientes personas: el Alcalde Municipal de Santa Clara Manuel Ruiz, Francisco López Alemán, Guillermo Rojas Pérez, Antonio Alemán Urquía y Luis A. García; para la de Propaganda coincidirían los mismos de la Comisión Gestora, ya mencionados.
Para la revisión y análisis de los bocetos se designaron al arquitecto Silvio Payrol, a los ingenieros Alfredo Tristá y Manuel R. Pérez.
El acto de colocación de la primera piedra para iniciar la construcción de la base al Monumento fue realizado el 10 de octubre de 1917. Estuvieron presentes familiares de Miguel Jerónimo Gutiérrez, los miembros de las Comisiones y autoridades locales, lanzaron la primera paletada de tierra el Gobernador Provincial y Presidente de la Comisión Gestora y el Alcalde municipal y vicepresidente primero de la Comisión, después colocó la caja de plomo donde encerraron varios ejemplares de periódicos locales, monedas del país y una copia del acta firmada por todos los miembros de las diferentes Comisiones.
La estatua de Miguel Jerónimo Gutiérrez fue esculpida con mármol blanco de Carrara de primera clase. Pesa 27500 kilos y mide desde los pies hasta la cabeza 2,35 mts. El Monumento mide 6,25 mts. de frente, 5, 65 mts. de costado; 9,85 de altura total. Su construcción demoró diez y ocho meses por el escultor italiano UGO LUISI representado por José Pennino quien realizó todos los contratos con la Comisión Gestora en Santa Clara. El precio total de los gastos ocasionados fue de 7 202, 09 pesos en moneda nacional de los cuales 3 341,70 fueron recaudado en colecta pública por un extenso listado de personas y entidades que aportaron.
El 20 de mayo de 1919 fue develado en un gran acto solemne con la presencia de hijos, nietos y biznietos y otros familiares de Miguel Jerónimo Gutiérrez que acudieron desde Sagua la Grande y Cárdenas donde residían, también estuvo presente el General Gerardo Machado, el sacerdote Padre Ángel Tudurí quien bendijo el monumento, funcionarios del gobierno provincial y municipal, intelectuales, la prensa y representantes de Sociedades, así como el pueblo en general.
Por decisión familiar la señorita María Luisa Rosales le dirigió la palabra al público y por la Comisión Gestora lo hizo el Dr. Pedro Pérez Ruiz.
En la base sobre la que descansa la estatua de Miguel Jerónimo Gutiérrez está la dedicatoria del monumento ya los lados del fuste irán dos bajorrelieves, uno que simboliza las glorias coronando al caído y en la otra línea la inmortalidad que aparece en el acto de su heroica muerte, es decir el fervor patrio y el sacrificio de su vida.
En el libro Los poetas de la Guerra donde se compilan los poemas relacionados con la Guerra de los Diez Años, cuyo prólogo le correspondió a José Martí, se incluyen las obras de Miguel Jerónimo Gutiérrez.
En Santa Clara, la casa que perteneció a la familia Gutiérrez, en la calle Colón está señalizada con una tarja y la escuela contigua a la iglesia de Buenviaje, llevó su nombre hasta que fue ocupada por el preuniversitario Mariano Clemente Prado.
[1] Se dio lectura al Título de Procurador Público de las Tribunales de esta villa otorgados a Don Miguel Jerónimo Gutiérrez por el Capitán General Gobernador Superior Civil de la Isla.
[2] Pérez, Luis Marino. Biografía de Miguel Jerónimo Gutiérrez. Editora Hércules, Habana , 1958 p. 18.