El cambio climático
El mundo tiene un tiempo limitado para actuar si quiere evitar los peores efectos del cambio climático y, según Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas (ONU), “estamos en un punto de quiebre para el clima”.
En ese sentido, el más reciente informe de dicho organismo internacional sobre el tema explica que, el 2021 es un año decisivo para enfrentar la emergencia climática global y se necesita una reducción del 45% de las emisiones de gases de efecto invernadero hasta el 2030 para evitar un calentamiento catastrófico, cifra que solamente se acerca al 1%, debido a la constante ambición económica de los países más desarrollados.
Debido a esta situación, los expertos de la ONU reiteraron la necesidad de una acción inmediata y planes específicos para abordar la emergencia, especialmente para los mayores emisores, como los Estados Unidos y las naciones europeas, publica la organización en su sitio web oficial.
Si bien la COVID-19 trajo consigo algunos estudios que vaticinaban una posible reducción de la contaminación, debido a la paralización de buena parte de las actividades económicas mundiales, lo cual estuvo bastante lejos de cumplirse, lo cierto es que la pandemia puede convertirse en el punto de partida para la reconstrucción de economías más sostenibles y resistentes al clima.
Dicho criterio, abordado por Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de cambio climático de la ONU, insta además a los países faltantes a la presentación de sus planes y compromisos nacionales para el cumplimiento del Acuerdo de París, antes de la celebración en noviembre del presente año en la ciudad escocesa de Glasgow, de la 26 Conferencia sobre Cambio Climático (COP26).
Cuba y su Tarea por la vida
A pesar de las afectaciones económicas ocasionadas por el coronavirus SARS-CoV-2, Cuba no ha detenido la aplicación de la Tarea Vida, plan del Estado para el enfrentamiento al cambio climático.
Una de sus acciones más importantes, la recuperación de las playas, recurso natural priorizado, continúa en marcha y los especialistas aprovechan la el decrecimiento de los bañistas debido a las medidas de aislamiento por la COVID-19 para realizar trabajos con grandes equipos.
De las 505 playas existentes en Cuba, alrededor del 86 % presentan evidencias de procesos erosivos, según la Tarea Vida, que se manifiestan con el afloramiento de rocas en la zona donde rompen las olas, en la afectación a la vegetación costera y a instalaciones rígidas construidas muy cerca de la línea de costa, entre otras.
(Fuente: http://www.acn.cu/)